La verdad es que lo de ser madre es sorprendente. El cuerpo de la mujer se transforma completamente y el cabello durante el embarazo y el post parto no es la excepción. Hace unos días tuve un reencuentro virtual con una de mis amigas de adolescencia que ha sido madre. Estuvimos comentando sobre su experiencia, me mostró a su pequeñita través de la cámara y también reconoció que estaba hecha un “guiñapo”: que si los kilos de más, que si la piel apagada, y sobre todo, su cabello. Comentó que aparte de sentirlo muy débil y reseco, se le caía a montón. En fin, cosas de la nueva etapa que está viviendo.
Y me pregunté ¿Por qué algunas mujeres tienen un cabello maravilloso durante el embarazo y otras se quejan de su pelo todo el tiempo?. Al parecer todavía no es un tema completamente resuelto. Se conoce que los cambios hormonales durante el embarazo varían en cada mujer y que la susceptibilidad de los folículos del pelo a estos cambios también varía. Es imposible calcular de antemano cuáles serán estos efectos. El cabello de una mujer-madre puede ser espectacular durante un primer embarazo y ser todo lo contrario en el segundo – o viceversa. Pero el caso de mi amiga no es la norma. Mis hermanas han tenido alguna que otra circunstancia durante el embarazo (las estrías, por ejemplo) pero en la piel de la cara y el cabello no han sufrido nada. Y otras amigas, salvo náuseas y mucho sueño, la piel y el cabello han quedado intactos, sin apenas cambios.
Está claro que el cabello durante el embarazo y post parto, como el resto del cuerpo, sufre alteraciones debido a la presencia de las hormonas placentarias, que pueden empeorar el aspecto del cabello, engrasarlo y debilitarlo o bien mejorarlo y fortalecerlo, según cada mujer y cada fase de la gestación. Como resultado del cambio hormonal, el crecimiento del cabello se detiene y algunas mujeres pueden llegar a sufrir alopecia post-parto (caída del cabello que se produce dos o tres meses después de haber tenido el niño). El cabello normalmente retoma su ciclo normal de crecimiento a los seis meses después del parto. Sin embargo, esta recuperación puede retardarse luego del nacimiento del bebé debido al estrés, a la pérdida de sangre durante el alumbramiento y por presencia de la hormona prolactina durante la lactancia.
Otro cambio que llama la atención (y que he visto) es el que ocurre en función del tipo de cabello. Por ejemplo, una mujer con el cabello seco notará cómo éste está más brillante y con más vitalidad; quien lo tenga ya de por sí graso, aún lo tendrá más y tendrá que aumentar la frecuencia de lavado; e incluso usar un champú de uso frecuente. A las de cabello normal puede que lo noten más grasoso de lo habitual.
Pero al parecer lo más preocupante es la aparición de más vello durante el embarazo y el post parto. La aparición de más vello en las embarazadas en la zona del labio superior, mentón, mejillas, brazos y piernas; y a veces también en zonas poco habituales como los senos, abdomen y espalda, se debe, nuevamente a los cambios en los niveles hormonales y al parecer es bastante normal. La recomendación es mejor no tocarlo, pues desaparecerá entre los tres y los seis meses posteriores al parto. Si te resulta muy molesto, se puede depilar con cera, pero es importante considerar que durante el embarazo no se debe recurrir a la fotodepilación ni al láser.
Y qué se debería hacer para cuidar el cabello durante el embarazo y posparto?. Existen varias páginas especializadas que recomiendan, entre otras, los siguientes cuidados:
- En cualquier caso, es importante tratar el cabello con suavidad si se siente frágil y sobre todo cuando esté mojado. Es recomendable el uso de peines con puas grandes y separadas.
- Incorporar mucha fruta y verdura en la dieta, lo que ayudará a que el folículo del cabello esté protegido haciendo que el cabello se mantenga fuerte y fomenta su crecimiento. Igualmente, la vitamina B presente, por ejemplo, en la levadura de cerveza, ayuda a frenar la caída del cabello.
- En algunas mujeres, el embarazo provoca que se reseque el cabello. En este caso, aplicar un champú de efecto reparador para nutrirlo y una mascarilla acondicionadora hidratante después del lavado, dejándola actuar durante cinco minutos ayudará a devolver el brillo perdido. Pero si por el contrario, el cabello es graso, esté tenderá a ser más grasoso aún, por lo que hará que tenga que lavarlo más frecuentemente de lo habitual. Y si el cabello es normal, lo recomendable es utilizar champús de pH neutro de uso frecuente.
- También suele suceder que cambia la textura (de liso a rizado o viceversa). Esto no debe causar alarma; más bien hay que intentar sacarle el máximo partido con un nuevo corte o estilismo para aprovechar el cambio y sacar el máximo partido al cabello.
En todos los casos se recomienda utilizar agua templada para lavarse el pelo, y realizar masajes que aumenten la irrigación del cuero cabelludo haciendo círculos con la yema de los dedos.
Algo que me ha llamado la atención es que recomiendan sobre todo, luego del parto, es no utilizar secadores, planchas y otros instrumentos calientes. Entiendo que una vez el cabello seco se puede usar de forma normal. Pero bueno, todo dependerá de cómo tengas el cabello en ese momento, porque si está muy sensibilizado, habrá que esperar a que esté fuerte para aplicarle calor de forma continuada. Pero bueno, siempre está la pelu de confianza que te dejará el cabello de cine. Segurísimo.
Otra cosa de lo que hay que estar pendiente (y seguro que la que está embarazada o dando de mamar a su bebé lo sabe) es estar pendiente de los componentes de los acondicionadores y tratamientos anticaída, ya que su composición puede estar contraindicada. Es tan fácil como consultar al ginecólogo.
Respecto de los Tratamientos capilares en el embarazo, siempre he escuchado que no se recomienda teñir el cabello debido al amoníaco que muchos de ellos incorporarn en su composición. Pero con tanto producto ecológico que hay en el mercado, lo ideal es que durante el embarazo se utilicen tintes de origen vegetal o henna, que son inocuos para el bebé y además evitan posibles alergias. Lo que sí se puede hacer son las mechas, ya que estas se impregnan en el cabello y el producto no entra en contacto con el cuero cabelludo, por lo que sus elementos difícilmente afectan al feto, cosa que no se ha podido demostrar con los tratamientos permanentes y alisados, ya que no se sabe cómo afectan al feto los productos químicos utilizados.
En todo caso, hoy en día la mujer es mucho más consciente de su imagen durante el embarazo y después de él e independientemente de los cambios que debe asumir al final del embarazo, lo más probable es que tanto su cabello y ella en su totalidad se vea muy bien. Como en todo, dependerá de cómo haya vivido el embarazo y cómo se sienta luego de él.
Fotos: Google Images.