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Recuperar el cuerpo después del parto

En anteriores entradas hemos comentado sobre los cambios del cuerpo cuando una mujer se embaraza y después de tener a su bebé. Así hemos compartido tips para una alimentación sana, cuidados faciales y estilismos que podemos utilizar dependiendo de la estación del año. Hoy vamos a compartir algunas recomendaciones para recuperar el cuerpo después del parto. 

Como sabéis, después del parto el cuerpo ha acusado los cambios que se han sucedido con rapidez durante el embarazo; por lo que necesita tiempo de descanso para recuperarse de los meses que ha llevado una vida dentro (con todo lo que eso implica) y por supuesto del  esfuerzo del trabajo de parto. De forma general, el cuerpo necesita entre 9 y 12 meses para volver a su forma y estado habitual, por lo que la nueva madre tiene que asumir esta etapa con tranquilidad y paciencia. El tiempo que emplea el organismo en recuperarse dependerá de la forma física de la madre y de cómo se ha cuidado durante el embarazo.

Es por ello que cada vez más se recomienda a las embarazadas a mantener su rutina de ejercicios durante el embarazo para que la recuperación del cuerpo sea mucho más rápida. Los especialistas indican que el mejor momento para empezar una rutina de ejercicios después del parto varía mucho de una mujer a otra; por lo que sugieren esperar de cuatro a seis semanas después del nacimiento del bebé, antes de comenzar a hacer ejercicio. Sin embargo, el iniciar una rutina de recuperación física dependerá de cómo se sienta la madre y del tipo de parto que haya tenido.

Según BabyCenter, estos son algunos de los ejercicios que toda mujer debería realizar después de haber sido madre para recuperar de forma ágil y correcta la figura que tenía antes de embarazarse:

Ejercicios de Kegel (fortalecimiento del suelo pélvico). Son unos ejercicios destinados a fortalecer los músculos pélvicos y están muy recomendados para evitar alteraciones comunes en el postparto como la incontinencia urinaria.  Deben realizarse varias veces al día y se hacen de la siguiente manera:

  • Recuéstate de espaldas con las rodillas levantadas y los pies apoyados en el suelo.
  • Contrae los músculos de tu vagina como si intentaras interrumpir el flujo de orina cuando vas al baño.
  • Sostén hasta la cuenta de diez, luego relájate. Repítelo diez veces. Trata de hacer hasta tres o cuatro series aproximadamente tres veces por día.
  • No contraigas los músculos de tus piernas ni de tu abdomen.

 

Flexiones de brazos. De importancia vital su fortalecimiento porque esta zona del cuerpo es necesaria para cargar al bebé; por lo que si no te aclaras mucho con tu nueva situación y no puedes hacer muchos ejercicios, asegúrate de incluir este.

  • Comienza poniéndote a cuatro patas con las rodillas directamente debajo de la cadera, y las manos separadas apenas un poco más que el ancho de los hombros.
  • Manteniendo la espalda derecha y el estómago contraído, flexiona suavemente los codos y luego estíralos nuevamente. Respira de forma normal, y no pongas los codos tensos y tiesos al estirarlos. Mantén los músculos abdominales trabajando. (No es necesario que bajes hasta el suelo para que el ejercicio sea eficaz).
  • Repítelo de diez a 12 veces. Haz hasta tres series.

 

Abdominales. Este es el ejercicio clásico e imprescindible para que la “barriguita” vuelva a ser la que era.  Levantar la cabeza y los hombros, es también un buen ejercicio para ayudar a tonificar los músculos abdominales, pero no te desalientes si no sientes que los músculos están trabajando. Pueden pasar semanas para que recuperes tu fuerza, y el progreso depende del estado físico que tenías antes de quedar embarazada. Por lo que no es tan importante la cantidad que hagas, como la calidad.

  • Recuéstate de espaldas con las rodillas flexionadas y las manos detrás de la cabeza.
  • Respira y, a medida que exhalas, contrae los músculos abdominales, apoya la parte baja de la espalda sobre el suelo, y levanta la cabeza y los hombros separándolos del suelo. Mantén la zona muscular central (torso) contraída.
  • Baja suavemente y repite toda la secuencia de ocho a diez veces.

 

Pero si algo ayuda mucho son los ejercicios cardiovasculares, lo típico de esta nueva etapa: las caminatas a paso rápido mientras paseas a tu bebé. Comienza con cinco minutos, dos o tres días a la semana, y aumenta hasta 20 minutos o más. También está muy en voga el hacer pilates, natación y yoga acompañada de tu bebé, por lo que ambos se ejercitan.

En todo caso, y no vamos a contar cuentos de hadas, está claro que una rutina de ejercicios se hará mejor a  medida que la mujer se siente más fuerte y por supuesto, va recuperando su rutina de sueño (por lo general, alrededor de cuatro a seis semanas después del parto). En todo caso, siempre queremos aportar algo para hacer aún más llevadera esta etapa vital, sin olvidar que cada mujer es un mundo y por ende, cada embarazo y cada post parto también lo es.

Y tú, cómo recuperaste tu figura después del parto?. O aún estas en ello?. Cuéntanoslo, nos encanta leeros!!

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