Se acaba la temporada del buen tiempo pero los niños tienen que continuar con actividades de ocio que les ayuden a desconectar de su rutina y le acompañen en su proceso de aprendizaje y maduración.
El cine es una buena opción cuando el clima ya no favorece tanto las actividades al aire libre; aunque dependiendo de la zona donde nos encontremos, el buen tiempo se alarga durante gran parte del año y se debería aprovechar más para que los pequeños de la casa se mantengan en contacto con la naturaleza más que con la tele y las aplicaciones móviles.
Pero, si optamos por llevarlos al cine, una de las preguntas más recurrentes es ¿cuál es el mejor momento?. En realidad va a depender de varios factores, uno de ellos, por supuesto, la edad. A partir de los 3 años se considera que el niño puede mantener la atención en imágenes secuenciales y entender guiones sencillos. A muchos puede que les asuste la oscuridad de la sala y no quieran entrar; sin embargo, cada vez más las salas de cine en la que se proyectan películas infantiles dejan una luz mucho más tenue para que los pequeños puedan estar más a gusto y no asustarse con la oscuridad. Hoy por hoy, hablar con los niños y explicarles a su nivel cómo funcionan las cosas es una opción más que válida para prepararlos para una actividad como esta: que es es una sala de cine, que van a ver allí, un poco de que va la peli… si van con otros niños, y si luego habrá otra actividad.
En muchas familias, desde muy temprana edad se inculca la actividad de “cine en familia” o “tarde de cine”. En esta actividad se proyecta una peli corta y se ambienta como si estuvieran en el cine de verdad, incluyendo palomitas. De esta forma se va preparando el terreno para que l@s pequeñ@s de la casa se vayan acostumbrando para el día en que vayan al cine por primera vez.
Por supuesto, la temática es más que importante. Dibujos animados, las más recomendadas; aunque historias con animales, música y bailes también son muy adecuadas (Mary Poppins; por ejemplo)
La hora en la que se organice la visita al cine también debe ser tomada en cuenta, sobre todo si es la primera vez que acuden. Una hora tranquila y con poco público por si hablan durante la proyección es una buena alternativa. De esta forma no incomodarán al resto de público presente.
Puedes llevarle su merienda favorita y así también se sentirá mucho más cómodo con esta nueva actividad al incorporar un elemento normal y cotidiano de su rutina.
En todo caso, cuando estamos en alguna actividad con niñ@s es importante estar preparado para sus reacciones. Posiblemente no quiera estar en la sala de cine, quizás se aburre o simplemente le entran ganas de llorar por lo novedoso de la actividad. No es para agobiarse. Piensa que esa inversión en tiempo y entradas ya la recuperarás o sencillamente te ha servido para saber si la actividad encaja con el carácter de tu pequeñ@.
¿Has tenido alguna situación memorable en el cine con tus hij@s?.
¡Hasta el próximo post!