Es época de vacaciones y muchas familias aprovecharán para hacer las maletas y visitar con los niñ@s algún nuevo lugar. Además de desconectar y pasarlo bien, viajar conlleva cosas muy positivas para los niños.
1) Empecemos por la maleta: saber qué meter y qué dejar en casa es una forma para que los niños se den cuenta de lo que realmente es importante y de qué es accesorio. Aprenden a ser racionales y sobre todo a entender que «tanto meto en la maleta, tanto tengo que cargar»
2) En un viaje, hay muchos nuevos aprendizajes y hay que adaptarse a nuevas circunstancias: nueva cultura, nuevos sabores y olores, un idioma distinto… Si antes de partir, involucras a los peques enseñándoles fotos de los lugares o monumentos que vais a ver, esto le ayudará después a relacionarlo y aprender. Claro, siempre y cuando no seáis de esos padres que lleváis la casa a todos sitios para que el/la peque «no extrañe» 🙂
3) En la época de las tablets y los navegadores inteligentes, un viaje es una oportunidad para enseñar a tu hij@ a entender un mapa, descifrar las señales de tráfico, aprender a seguir direcciones… Así fomentaremos su pensamiento racional. Aunque sea mucho más fácil distraerlos dejándoles la ablet o el mòvil durante todo el viaje, es divertido para todos leer el mapa o simplemente, parar y preguntar.
4) Si viajas a un lugar con una moneda distinta, podréis además poner en práctica las mates aprendidas en el cole. Retarle a hacer el cambio de cuánto cuesta un helado reforzará su cálculo mental.
5) Viajar es vivir nuevas aventuras, por lo que los peques estarán más abiertos a observar e indagar cosas nuevas, fomentando su espíritu aventurero.
6) Se intensifica el vínculo familiar, viviréis experiencias todos juntos que después recordaréis con cariño.
Viajar es una inspiración para niños y mayores. ¡Haced de vuestras vacaciones una oportunidad para que los peques crezcan aprendiendo!
¿Tenéis pensado algún viaje con los peques este año? ¡Contádnoslo!