¿Dedo o Chupete? Como madre primeriza que soy, tenía y sigo teniendo muchas dudas e inseguridades. Como todas, en cada caso que se nos plantea, intentamos hacer lo mejor, nos leemos todo lo que podemos, miramos blogs como este en internet, preguntamos a otras madres, algunas más aplicadas leen libros o van a cursos, etc, pero luego… luego a cada una le toca tomar su propia decisión, confiando en que será la mejor decisión en su caso.
Y en este sentido, como cada día, nuestro hij@ nos sorprende con una nueva habilidad, y posiblemente os llegue como a mi el día en que me encontré a mi pequeñin con el dedo pulgar en su boquita de lo más inspirado.
Ya tenía casi 5 meses, con lactancia mixta pecho y bibe, y yo muy orgullosa de que no usara chupete. Tenía amigas que tampoco le daban chupe, así que estaba dentro de lo normal. Pero, como ocurre con nuestros hijos, los cambios están a la orden del día y debemos adaptarnos y buscar soluciones rápidamente. En mi familia tengo gente cercana que prefirió el dedo al chupete hasta más de lo que podría considerarse aceptable, así que cuando comenzó con el dedo, intente quitárselo. Ufff vaya faena, el dedo esta a su alcance y tan pequeñines son más listos de lo que podríamos pensar.
Y así vino la pregunta ¿Dedo o Chupete?, o mejor dicho en mi caso, ya que tenía claro que no quería que se chupara el dedo ¿Le debo comenzar a dar chupete para quitarle el dedo? Pues si, después de más de 150 días de vida sin chupete, comencé a probar, al principio no había manera, nada le parecía más apetecible que su dedito. Mi hermana con la experiencia de sus dos peques, me animó diciéndome que era normal que rechazara los chupes, que si no se lo había dado más pequeño, al principio le costaría más acostumbrarse.
Y como en todo comencé a ver las mejores opciones, pero su padre que me había oído con el dilema un día llego a casa con uno que le habían recomendado en la parafarmacia y la verdad que aunque como en veces anteriores al principio lo rechazó un par de veces, luego fue mano de santo.
Es decir, después de unas pruebas fallidas con un par de chupetes (tampoco fueron muchos la verdad), mi bebe quedo encantado con su chupe. Además he de decir que llora mucho menos y esta más tranquilo. No es que ahora sea una fan incondicional del chupete, pero en mi caso ha sido todo un descubrimiento.
Ya desde el hospital con días de nacido las enfermeras y mi suegra me habían dicho que era de los que necesitaban chupar para tranquilizarse, pero yo me negaba. Ahora lo usa para dormir y cuando esta intranquilo. No es un chupe-dependiente, o eso quiero pensar, de hecho mi suegra se desespera porque no lo lleva colgando y muchas veces no sé dónde esta, pero eso me da la sensación de que no es indispensable y cuando le toque lo dejara con más facilidad. Lo que sí, intento siempre guardarlo en el mismo sitio, en mi caso es el bolsillo exterior de mi bolso cambiador. Es una alivio contar con tantos compartimientos para tener todo lo que necesito a la mano, cuando salgo con mi hijo.
Espero os haya servido mi aventura con el chupe, aun tiene 9 meses, ya se que no acaba aquí, después de animarlo a cogerlo, habrá que quitárselo…. menudas contradicciones, pero es lo que nos toca como madres.
Este es un post invitado de Gabriela Hernández
Gracias a ti por leernos!!!!