Ya en el ecuador de las vacaciones, aun podemos ver cantidad de familias con niños pequeños disfrutando de días de descanso y diversión. Y también de mucho estrés y complicaciones.
Esto último, según los expertos, porque se «rompe la rutina y aparece en los niños el aburrimiento»; producto, básicamente de la cantidad de actividades que en la mayoría de los casos se le imponen a los niños durante el día.
«El aburrimiento debe ser reconocido como una emoción humana legítima que puede ser central para el aprendizaje y la creatividad»; por lo que no es malo que los niños, en vacaciones, se aburran un poco.»
Pero el problema no es que los niños comiencen a sentirse aburridos, sino como reaccionan los padres ante esta situación; que suele ser de atención total, lo que hace que el tiempo de descanso y relax pase a convertirse en una situación de estrés e incomodidad.
Según este artículo, «la periodista barcelonesa Eva Millet publicó en 2015 el libro Hiperpaternidad, que lleva como subtítulo: «Del modelo mueble al modelo altar». Se refiere a una frase que, cuenta la autora, repetía su abuela acerca de cómo había que tratar a los niños cuando tenían un berrinche, por ejemplo porque se aburrían: «Como si fueran muebles». Es decir, no hacerles ningún caso. El «modelo altar» es la característica de la hiperpaternidad: los niños ocupan el lugar central y sus padres están siempre ahí, atentos a satisfacer todos sus pedidos y deseos»
Al parecer, una de las soluciones pasa por dejar que en ese momento de «aburrimiento», sea el niño quien de forma natural busque la forma de salir de ese estado y a través de su propia creatividad acceda a nuevas formas de divertirse a través de su imaginación y fantasía. En este sentido, es importante que los padres, sin perder la estructura que hayan decidido para sus vacaciones, también flexibilicen un poco y se aparten de la rutina impuesta en casa.
¿Sus niños quieren acudir disfrazados al comedor del hotel donde se hospedan? ¿Por qué no?. ¿Por qué obligarles a comer «lenguado» cuando en el buffet hay figuritas de pescado?…
Salvo que este estrictamente prohibido, ese momento en que quieren hacer volar su imaginación sintiéndose otra persona puede ser una forma de animarles a que no solamente coman de forma adecuada, sino que además, los padres también puedan disfrutar de una comida en condiciones.
Y si un día no comen igual que en casa, tampoco pasará nada.
Aunque cuando son más pequeños es un poco difícil saltarse las horas de comida, siesta y baño, es importante buscar alternativas para que la familia «este de vacaciones» y que justamente ese tiempo en que están reunidos no suponga todo lo contrario a descanso y bienestar en familia.
En tal sentido, y aunque sea un tópico, no puede ser trivial organizar las vacaciones, ya no solo por buscar la mejor calidad-precio, sino en cuanto a las actividades a realizar y que todos puedan de verdad disfrutar de las vacaciones.
¿Cómo organizas tus vacaciones en familia?. ¿Alguna anécdota divertida con tus niños en vacaciones?
¡Nos leemos en el próximo post!