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Y ahora, ¿qué zapatos me pongo?

Uno de los detalles que he observado en las embarazadas de mi entorno,  es que tienen que cambiar su tipo de zapato habitual  por otro mucho más cómodo; o que al menos les asegure que no perderán el equilibrio en el devenir de su día a día como pre-mamás. Esto sin contar que la retención de líquidos puede hacer que el pie se ensache. Claro, también hay casos en los que el pie solo cambia de dimensión cuando se acerca el momento “te queda nada para ser madre”, por lo que muchas siguen usando el zapato al que están acostumbradas. Según  Miriam de la Puente y Diana Cuenca Gómez esto último dependerá de los cambios físicos y hormonales que se producen durante estos meses.

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Estas especialistas del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Clínico San Carlos (Madrid) indican que, según avanza el embarazo, se produce una ganancia de peso y un aumento de la curvatura lumbar (hiperlordosis lumbar), ocasionando un sobreesfuerzo en piernas y pies. Y a medida que aumenta el peso, disminuye paulatinamente el arco plantar; por lo que recomiendan un tacón que no supere los  4 cms. Por  otro lado, en un reciente estudio de la Sociedad de Quiropedistas y Podólogos en el Reino Unido, las manoletinas y chancletas preferidas  por las embarazadas, a pesar de la comodidad que supone su uso, aumentan la posibilidad de que aparezcan edemas y el molesto dolor plantar. Y entonces te preguntarás, ¿qué zapatos me pongo?

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Como cada mujer es un mundo y embarazada más, me da la impresión que cada una ajusta el alto del tacón a como se va sintiendo. Una de mis hermanas hasta el día anterior de tener a mi sobrina, bailaba en sus tacones;  y mi hermana pequeña, embarazada de mi sobrino, en la recta final iba en zapato plano y además casi dos tallas más grandes que su talla original. Pareciera que, como en otras muchas cosas de la cotidianidad, cada cuerpo es un mundo.

Cada vez mas la industria del calzado se adecua a las necesidades imperantes en el mercado; como en el caso de una empresa valenciana  permite que tengas un tacón de 8cm y a medida que necesites menos, lo bajes a 4 cm. Y aunque la invasión del sintético está a la orden del día, la piel sigue siendo el material rey para quienes gustamos del zapato de calidad; y si estando embarazada retienes líquido y se te hinchan los pies, lo recomendable es un zapato de piel autentica. Este material suele ajustarse muy bien a los cambios del pie.

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Si lo que te preocupa es  mantener el equilibrio durante el embarazo, una opción muy práctica y además de tendencia son los zapatos con plataforma y  los que tienen tacón tipo cuña. Y si no te gusta mucho la plataforma, puedes optar por el zapato de tacón cuadrado que también le da mayor soporte al cuerpo eliminando esa sensación de inseguridad que pudieras sentir con el tacón fino.

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Puedo entender que pensaràs que si, que todo lo anterior está muy bien; pero ¿cuál es el zapato ideal para una embarazada? Según Eva Calvo, tu calzado cuando esperas un bebé, debe tener las siguientes características:

Ni plano completamente, ni demasiado alto. Esto permitirá repartir mejor el peso sobre el pie y evitar calambres en la pantorrilla y pérdidas de equilibrio. Debes optar por una horma ancha que no te presione el pie y la parte trasera debe cubrirte todo el talón ya que es la zona que soporta más peso. Ahora mismo, los zapatos con tacón midi se imponen, con lo que para las acostumbradas al tacón es una buena opción.

El zapato debe sujetarte el pie para evitar torceduras, de ahí que los diseños muy escotados no sean una buena opción. Los modelos Mary Jane (merceditas con tacón) y con pulsera al tobillo o en «T», muy de tendencia son recomendables.

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Huye de las sandalias y zapatos confeccionados con materiales sintéticos que impiden la transpiración y durante los meses de verano coloca una plantilla antideslizante en la zona del talón para evitar que el pie se vaya hacia delante.

Y para ayudar a drenar los líquidos retenidos, procura cada noche, colocar los pies en alto y date un masaje circular empezando por los dedos y acabando en el tobillo. Hacer ejercicio durante el embarazo también ayuda. Una amiga que hizo yoga durante su periodo pre-mamá  nunca se quejó de dolor de pies o pies hinchados.

Al final todo es cuestión de cómo te quieres sentir en esta etapa vital y tu comodidad y bienestar están por encima de cualquier tendencia o moda. En función de cómo te sientas, plantéate usar o no tus “tacones de toda la vida”. Seguro que con ellos o pegadita al suelo caminarás con la elegancia y dinamismo que siempre te ha caracterizado. Hay muchas opciones en calzado para que vayas cómoda y con estilo estando embarazada. 

Si te identificas con lo que hemos comentado en este post, deja un comentario contándonos como ha sido tu experiencia con el calzado durante tu embarazo y que zapatos  te han ido mejor. Nos encantará compartir contigo este tipo de experiencias!.

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